Mudez en agitación de ondas
pasos salobres en la oscuridad
y la sensualidad del colibrí pendiendo de una flor
Carne rota que desciende por canales de vidrio
cuando los hijos de la tierra navegan sobre el mar
condenados a la descomposición
a la naturaleza domesticada de la palabra
a la exquisitez de la salud mental
a la pulcritud interrumpida de un nido de alondra
El aleteo de la mariposa detrás de mis ojos
desnuda la virginidad de tu cuerpo torturado por los
nervios
y la promiscuidad de un ángel desnudo con sed de
sueños rotos
mientras tu voz,
desperdigada entre las piedras,
contempla tus venas abiertas como un lirio.
Texto e ilustración por Andrés Arango Velasco
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